- Promovida y organizada por la Asociación de Centros de Enseñanza de Idiomas de Galicia (ACEIGA), tuvo lugar el pasado sábado, 4 de mayo, y se enmarcó en el proyecto “The Lenguage of the Sea”, cuyo objetivo es concienciar a la población en la necesaria protección del medio ambiente.
- Una educadora al servicio de Sogama fue la encargada de explicar la problemática de la basura marina y la forma de separar los residuos para propiciar su posterior recuperación.
- Los participantes lograron recoger 163 kilos de desechos: 30 kilos de envases ligeros, 130 kilos de voluminosos tales como restos de madera de palets, cuerdas y fracción no reciclable; y 3 kilos de envases de vidrio.
- Materiales todos ellos que, gracias a la colaboración ciudadana, dejarán de ser un foco de contaminación y pasarán a convertirse en recursos.
Cerceda, a 8 de mayo de 2019.- La inmejorable climatología y el sol radiante acompañó una jornada que hizo brillar, todavía más, la playa de Coroso, en el municipio coruñés de Riveira. Y es que más de 70 voluntarios participaron el pasado sábado, 4 de mayo, en las labores de limpieza y recogida de residuos que integraron una quedada promovida por ACEIGA, la Asociación de Centros de Enseñanza de Idiomas de Galicia, y que se enmarcó en el proyecto “The Lenguage of the Sea”, cuyo objetivo es concienciar a la ciudadanía en la protección del medio ambiente desde la educación y las buenas prácticas.
El evento fue replicado ese mismo día en otros puntos de España por parte de distintas asociaciones pertenecientes a la Federación Nacional de Centros de Estudio de Idiomas FECEI, de la que forman parte alrededor de 70 academias y 10.000 alumnos, y cuyo cometido va más allá de la propia enseñanza, toda vez que informan, forman y sensibilizan sobre la importancia de mantener nuestros mares limpios y saludables.
A partir de las 11 de la mañana, los participantes ya estaban dispuestos para aportar su grano de arena a través de la recogida de residuos. Con carácter previo, una educadora al servicio de Sogama, Catuxa Oviedo, perteneciente a la firma Applus, les explicó la gran amenaza que representa la basura para los océanos, dados sus negativos efectos sobre los ecosistemas, la fauna, la pesca, el turismo y la propia alimentación humana.
Así, recordó que un 80% de los desechos marinos tienen su origen en tierra, por lo que los ciudadanos disponen de una gran margen de maniobra para contribuir a paliar esta situación, con la particularidad de que los plásticos constituyen los materiales más frecuentes. Arrastrados por las corrientes marinas, realizan largos viajes a través de los cuales pueden ocasionar graves destrozos en las propias embarcaciones, atentando igualmente contra la vida de los animales al acabar atrapados en los mismos o al ingerirlos tras confundirlos con alimento. En forma de microplásticos, llegan a nuestras mesas a través de los pescados que comemos o de la sal con la que aderezamos nuestros platos, con consecuencias todavía impredecibles para la salud.
RESULTADOS EN CIFRAS
El esfuerzo tuvo su recompensa: 163 kilos de desechos recogidos, distribuidos de la siguiente forma: 30 kilos de envases plásticos, latas y briks; 130 kilos de voluminosos tales como restos de madera de palets, cuerdas y fracción no reciclable; y 3 kilos de envases de vidrio. Residuos todos ellos que, gracias a esta iniciativa, recibirán el tratamiento adecuado, dejarán de ser un foco de contaminación y se convertirán en nuevos recursos, siguiendo los preceptos de la economía circular.
ACEIGA ha sido capaz de mostrar, con hechos, el carácter transversal del medio ambiente y el gran poder que tiene la educación y la colaboración para hacer del planeta un mundo más habitable, ahora y en el futuro.
Una pequeña y gran contribución, desde una esquina del mundo, a ese loable proyecto de ONU Medio Ambiente que lleva por nombre “Mares Limpios” y al que ya se han sumado numerosos países para liberar a los océanos de la basura que los ahoga cada día.
Saludos, Departamento de Comunicación