- Cada isla está conformada por tres contenedores (amarillo, azul y verde) de 120 litros de capacidad para acoger las distintas fracciones de residuos y propiciar su posterior reciclado.
- En la correcta operativa de estos elementos participa toda la comunidad educativa, habiendo diseñado los centros, en unos casos, calendarios de trabajo para que formen parte de esta iniciativa todos los profesores y alumnos, y, en otros, contando con brigadas ambientales en las que se integran alumnos altamente sensibilizados con el medio ambiente.
- Estos colectivos, denominados Ecovigilantes o Patrullas verdes, ejercen también una labor “policial” a fin de formar a sus compañeros e incluso reprender alguna que otra conducta incívica.
- Son conscientes de la importancia que tiene separar correctamente los desechos en origen para propiciar su reciclado. Si éstos están contaminados, la cadena de la recuperación se quiebra.
Cerceda, a 17 de abril de 2019.- Más de un centenar de islas de reciclaje se encuentran operando en los centros que han venido participando en las distintas ediciones de Recíclate con Sogama, un programa educativo enmarcado en el Plan Proxecta de la Xunta de Galicia y que tiene por objeto formar a los escolares en la correcta gestión de los residuos urbanos a través de la aplicación de las tres erres (reducción, reutilización y reciclaje).
La dotación de estas islas constituye unas de las acciones mejor valoradas por los colegios, ya que permite a la comunidad disponer de un espacio en el que culminar la segregación de los residuos y depositarlos en los recipientes adecuados para propiciar su posterior reciclado.
Cada isla está conformada por tres contenedores de 120 litros de capacidad cada uno (amarillo, para envases de plástico, latas y briks; azul, para papel y cartón; y verde genérico, para la fracción resto). En su mayor parte, se encuentran situadas en los patios de las escuelas, disponiendo de los correspondientes sistemas de protección y anclaje. Los colegios las miman, las cuidan y es un lugar de peregrinaje para toda la comunidad educativa.
ORGANIZACIÓN
Las fórmulas de organización de los centros son diversas y se adaptan a sus necesidades e idiosincrasia. Habitualmente, diseñan un calendario de trabajo por el que rotan grupos de profesores y alumnos que se encargan de recoger de forma segregada los residuos generados en las aulas y en otros habitáculos de los colegios y transportarlos hasta este punto de recogida.
Tras las correspondientes sesiones formativas impartidas por los educadores de Sogama, los pequeños saben perfectamente qué depositar en cada recipiente y se afanan en hacerlo de forma correcta para garantizar el reciclaje de todos los materiales. Saben que depositar desechos orgánicos en el contenedor amarillo o en el azul puede llegar a contaminar los envases y el papel/cartón, desperdiciando el trabajo previo realizado.
En otras escuelas, existen ya grupos especializados. Son los Ecovigilantes o las Patrullas Verdes. Grupos de alumnos con una alta sensibilidad ambiental que participan voluntariamente en esta tarea y ejercen incluso de policías, reprendiendo alguna que otra conducta incívica de sus compañeros. También llevan a cabo labores de inspección de los contenedores para comprobar la calidad de los materiales. Saben que si esta selección previa no es la correcta, el reciclaje no estará garantizado y con ello todos los beneficios ambientales asociados al mismo (ahorro de energía y materias primas).
Una media de 18 centros vienen participando cada curso académico en Recíclate con Sogama. Cuando finaliza el período, y a pesar de que ya no formen parte activa de esta iniciativa, siguen trabajando, de forma autónoma, con los medios materiales y didácticos que esta empresa pública puso a su disposición.
LLEGAR A LOS HOGARES
Una vez que el reciclaje se ha implantado, ya no hay retorno. La cultura de la recuperación de residuos se está instaurando con éxito en el ámbito educativo. El reto ahora, tal y como explican los docentes, es ser capaces de extrapolar estas buenas prácticas diarias a los hogares y entorno social más inmediato de los pequeños. “Adquirir hábitos de separación cuesta un poco al principio, pero, una vez que coges la dinámica, este gesto ya forma parte de tu vida, con la satisfacción añadida de que estás contribuyendo a cuidar el medio ambiente”. Así lo explican muchos profesores que han decidido tomar parte activa en la educación ambiental de sus alumnos.
Recíclate con Sogama sigue avanzando cada año, con la satisfacción que su impronta permanece en los centros que han participado en esta iniciativa. islas de reciclaje con las que ya se están formando varias generaciones.
Saludos, Departamento de Comunicación