- Así lo asegura el Director Ejecutivo de la Agencia Europea de Medio Ambiente en el editorial de la Newsletter de este organismo publicado el pasado mes de marzo.
- Considera que todavía estamos a tiempo de salvar lo que nos queda y avanzar hacia un futuro más sostenible.
- Recuerda que, desde su fundación, hace 25 años, la AEMA ha tratao de conectar y desarrollar estos ámbitos para potenciar la visión global de la ciudadanía, ya que resulta evidente que las personas no pueden tener calidad de vida si el medio ambiente y la economía no gozan de buena salud.
Cerceda, a 22 de abril de 2019.- A pesar de que las amenazas del cambio climático se ciernen sobre el planeta y la humanidad, Hans Bruyninckx, Director Ejecutivo de la Agencia Europea de Medio Ambiente, considera, tal y como plasma en el editorial de la Newsletter de este organismo correspondiente al pasado mes de marzo, que todavía estamos a tiempo de salvar lo que nos queda.
Resulta evidente que el clima global está cambiando y que el principal responsable es el hombre. Los fenómenos meteorológicos extremos son cada vez más habituales: olas de calor y sequías prolongadas, así como tormentas frecuentes e intensas.
La pérdida de biodiversidad también es una realidad. Cada año numerosas especies se extinguen debido a la destrucción, fragmentación o contaminación de sus hábitats. El uso de plaguicidas, por ejemplo, ha provocado que poblaciones de especies polinizadoras vitales para nuestro bienestar, como es el caso de las abejas y mariposas, se vean notablemente reducidas.
Por su parte, el sistema de producción y consumo se ha evidenciado como claramente insostenible. El imperante modelo de economía lineal, caracterizado por las malas prácticas de usar y tirar, conduce a una elevada generación de residuos y a una pérdida de recursos.
Además de todo ello, los beneficios del crecimiento económico no se distribuyen de forma equitativa en todo el mundo y, a menores ingresos, mayor vulnerabilidad y exposición medioambiental.
En los últimos años, Europa ha aplicado políticas orientadas a combatir la contaminación atmosférica y de las aguas, y algunas han tenido resultados notables. Se constata que los europeos respiran un aire más saludable, se bañan en aguas más limpias, una parte de los residuos se recicla y gestiona de forma sostenible, las zonas terrestres y marinas protegidas son cada vez mayores, se han reducido las emisiones de gases de efecto invernadero en relación con los niveles de 1990 y se han hecho importantes inversiones en ciudades más habitables y en movilidad sostenible, fomentando además el uso de las energías renovables.
Durante todo este tiempo, ha quedado patente que las personas, el medio ambiente y la economía forman parte de un mismo sistema, y, desde su fundación, hace 25 años, la Agencia Europea de Medio Ambiente ha tratado de conectar y desarrollar estos ámbitos para potenciar la visión global de la ciudadanía.
Las personas no pueden tener calidad de vida si el medio ambiente y la economía no gozan de buena salud y es por ello que la AEMA apuesta por respaldar modelos de gestión ambiental sostenibles Y avanzar hacia una economía baja en carbono, haciéndose necesario también modificar hábitos y comportamientos.
Se cuenta con los conocimientos necesarios para dirigir la transición hacia la sostenibilidad a largo plazo. Ahora es necesario actuar con responsabilidad y acelerar el cambio, tal y como manifiesta Hans Bruyninckx.
Fuente: Agencia Europea de Medio Ambiente
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