- Así se pone de manifiesto en una investigación en la que han participado químicos de la Universidad de Cornell, en Nueva York, y publicada en la revista Journal of the American Chemincal Society.
- El investigador principal, Bryce Lipinski, señala que la pesca comercial contribuye a la mitad de todos los desechos plásticos flotantes que terminan en los océanos.
- El nuevo plástico, denominado óxido de polipropileno isotáctico, aglutina las propiedades mecánicas requeridas por las artes de pesca comerciales, pero con la particularidad de que, si se pierde en el medio acuático, puede degradarse en una escala de tiempo realista.
Cerceda, a 6 de mayo de 2020.- Con la pretensión de seguir luchando contra la contaminación plástica marina, químicos de la Universidad de Cornell, en Nueva York (EE.UU), han desarrollado un nuevo polímero que puede degradarse por la radiación ultravioleta. Así se pone de manifiesto en una investigación publicada en la revista Journal of the American Chemical Society.
Bryce Lipinski, candidato a doctorado en el laboratorio de Geoff Coates, profesor de química y biología química en la Universidad de Cornell e investigador principal, manifestó al respecto que han creado un nuevo plástico que aglutina las propiedades mecánicas requeridas por las artes de pesca comerciales, pero con la particularidad de que, si se pierde en el medio acuático, puede degradarse en una escala de tiempo realista. Con ello se contribuiría en buena medida a reducir la acumulación de plástico persistente en el medio ambiente.
Lipinski indica que la pesca comercial genera la mitad de todos los desechos plásticos flotantes que terminan en los océanos, ya que las redes y cuerdas de pesca están conformadas principalmente por tres tipos de polímeros: polipropileno isotáctico, polietileno de alta densidad y nylon-6,6, y ninguno de ellos se degrada fácilmente. No obstante, advierte que “si bien la investigación de los plásticos degradables ha recibido mucha atención en los últimos años, la obtención de un material con una resistencia mecánica comparable a la del plástico comercial sigue siendo un reto difícil”.
Coates y su equipo de investigación han pasado los últimos 15 años desarrollando este plástico llamado óxido de polipropileno isotáctico, o iPPO. Aunque su descubrimiento original fue en 1949, la resistencia mecánica y la fotodegradación de este material era desconocida antes de este reciente trabajo.
La alta isotacticidad (regularidad de la cadena) y la longitud de la cadena de polímeros de su material lo distingue de su predecesor histórico y le proporciona su resistencia mecánica.
Aunque la iPPO es estable para un uso ordinario, eventualmente se rompe cuando se expone a la luz UV. El cambio en la composición del plástico es evidente en el laboratorio, pero “visualmente, puede parecer que no ha cambiado mucho durante el proceso”, manifestó Bryce Lipinski.
Fuente: Residuos Profesional
Imagen: Pixabay