- La Directiva 2019/904 obligará a que los envases plásticos de bebidas de hasta tres litros contengan, al menos, un 25 % de material reciclado en 2025, y un 30 % a partir de 2030.
- El r-PET es el único material plástico con procesos autorizados de reciclado posconsumo para envasado de una gran variedad de alimentos, lo que permite su uso cumpliendo los requisitos de seguridad que exige la Unión Europea.
- La industria ya trabaja en soluciones sostenibles de envasado, utilizando tecnologías de super-limpieza consistentes en eliminar del material procedente del posconsumo aquellos contaminantes que pueden quedar adsorbidos en la superficie del plástico
Cerceda, a 26 de febrero de 2021.- Uno de los objetivos de la Estrategia Europea de Economía Circular para los plásticos es que todos los envases de plástico distribuidos sean 100% reciclables para 2030.
En este contexto, la Directiva 2019/904 obligará a que los envases plásticos de bebidas de hasta tres litros contengan, al menos, un 25 % de material reciclado en 2025, y un 30 % a partir de 2030.
El PET (Tereftalato de Polietileno) es un material plástico muy utilizado en envase alimentario. Tal y como ha señalado Carlos Enguix, responsable del Departamento de Tecnologías del Envase de AINIA, “El PET reciclado, o r-PET, logrado a partir de material posconsumo surge como una de las soluciones más demandadas del envasado sostenible para alimentos por la existencia de procesos de súper-limpieza autorizados por EFSA (European Food Safety Agency) que consiguen que el PET posconsumo sea, de nuevo, un material apto para el contacto con alimentos”.
Además, el r-PET es el único material plástico con procesos autorizados de reciclado posconsumo para envasado de una gran variedad de alimentos, lo que permite su uso cumpliendo los requisitos de seguridad que exige la Unión Europea para garantizar la salud de los consumidores.
RETOS
Como todos los materiales, el PET puede sufrir en el proceso de reciclado una disminución en sus características como consecuencia del acortamiento de las cadenas poliméricas o la contaminación con algunas impurezas en su composición. “Mediante la formulación y/o el uso de porcentajes de material reciclado, combinado con porcentajes de material virgen, se puede conseguir que el material resultante cumpla con las exigencias para el envasado de alimentos”, aseguró Enquix, quien se refirió también a los dos principales retos a los que se enfrenta el r-PEt : cubrir las exigencias técnicas y de seguridad, y ofrecer el suministro suficiente de material a un precio competitivo para cubrir la creciente demanda de los consumidores de soluciones sostenibles de envasado, dando respuesta a los objetivos de la Estrategia Europea de Economía Circular para los Plásticos.
La industria ya trabaja en soluciones sostenibles de envasado, utilizando tecnologías de super-limpieza consistentes en eliminar del material procedente del posconsumo, aquellos contaminantes que pueden quedar adsorbidos en la superficie del plástico.
Sobre estos retos, y el contexto industrial del r-PET y sus aplicaciones, AINIA ha contribuido al informe: “r-PET: La mejor solución para garantizar la circularidad de los envases”, elaborado por el Centro de Innovación y Desarrollo para la Economía Circular (CIDEC).
Fuente e imagen: AINIA