- Tendrá lugar del 16 al 22 de septiembre, siendo su objetivo sensibilizar a la sociedad sobre las negativas consecuencias que tiene el uso irracional del coche en la ciudad y los beneficios que reportan alternativas tales como caminar, desplazarse en bicicleta o el transporte público.
- Desde hace muchos años, España lidera esta iniciativa, que apoya la CE. De las 3.136 ciudades europeas que participaron en la pasada edición, 561 fueron españolas, con 2.202 medidas permanentes presentadas.
Cerceda, a 11 de septiembre de 2020.- Del 16 al 22 de septiembre se celebrará, un año más, la Semana Europea de la Movilidad con el objetivo de sensibilizar a la sociedad sobre las negativas consecuencias que tiene el uso irracional del coche en la ciudad y los beneficios que reportan medios de transporte alternativos tales como caminar, desplazarse en bicicleta o en transporte público.
En esta ocasión, el lema de la campaña elegido por la Comisión Europea e “Por una movilidad sin emisiones”, reflejando así el ambicioso objetivo de alcanzar la neutralidad climática para el año 2050, tal y como se recoge en el Pacto Verde Europeo, resaltando también la importancia de la accesibilidad a sistemas de transporte de cero emisiones y la promoción de un sistema inclusivo para todas las personas.
ESPAÑA, LÍDER EN PARTICIPACIÓN
Desde hace muchos años, España lidera la participación en la Semana Europea de la Movilidad. De las 3.136 ciudades europeas que participaron en la pasada edición, 561 fueron españolas, con 2.202 medidas permanentes presentadas.
En este sentido, habría que destacar la activa participación de la sociedad civil, organizaciones sociales, instituciones y empresas, que realizan durante esta Semana distintas actividades relacionadas con la movilidad sostenible para concienciar a los ciudadanos, en sus áreas de influencia, sobre el beneficio individual y colectivo del cambio de comportamiento a la hora de elegir un modo de transporte no contaminante.
La Semana Europea de la Movilidad 2020 surgió en Europa en 1999 y, a partir del año 2000, contó con el apoyo de la Comisión Europea.
Fuente e imagen: MITECO