- La iniciativa pretende crear un entorno de colaboración donde humanos y robots compartan labores de manipulación y tratamiento de residuos, así como de recuperación de los recursos que contienen.
- Además, este innovador sistema busca aumentar la capacidad de tratamiento, conseguir productos de más calidad y valor económico, mejorar las condiciones de trabajo de las personas, mitigar el impacto ambiental y contribuir a la economía circular.
- El proyecto cuenta con la participación de 13 socios de diferentes países europeos y está financiado por la Comisión Europea con casi 7 millones de euros.
Cerceda, a 2 de diciembre de 2019.- Si bien en las últimas décadas se han logrado importantes avances tecnológicos en el reciclaje de aparatos eléctricos y electrónicos, la gestión de estos residuos resulta todavía compleja y, por tanto, con grandes posibilidades de mejora.
Algunas de las fases que comprende la gestión de RAEE son su clasificación, descontaminación, liberación de piezas o conjuntos reutilizables, y separación de materiales en las fracciones generadas tras el tratamiento de los equipos descontaminados. Gran parte de las actividades asociadas a esas operaciones demandan una cantidad considerable de mano de obra, requiriendo de los operarios experiencia, habilidad, esfuerzo y muchos movimientos repetitivos.
En este contexto, surge el proyecto europeo HR-Recycler (2018-2022), cuyo objetivo es explorar la evolución de algunas de las tareas manuales (como la clasificación de los aparatos, su desensamblado o la clasificación de piezas y materiales extraídos) que resultan costosas y peligrosas, además de consumir mucho tiempo, y reemplazarlas por procedimientos automáticos. Se trata de crear un entorno de colaboración, donde humanos y robots compartan labores de manipulación y tratamiento de residuos, así como de recuperación de los recursos que contienen.
Además, este innovador sistema busca aumentar la capacidad de tratamiento, conseguir productos de más calidad y valor económico, mejorar las condiciones de trabajo de las personas, mitigar el impacto ambiental y contribuir a la economía circular.
SOCIOS Y FINANCIACIÓN
El proyecto cuenta con la participación de 13 socios de diferentes países europeos, entre ellos el Centro Tecnológico Gaiker, que se encargará de aplicar y ensayar la tecnología de robots colaborativos en la gestión de residuos complejos que han llegado al final de su vida útil. Asimismo, aplicará la metodología de análisis del ciclo de vida social (SLAC) a las colaboraciones entre humanos y robots.
Financiado con casi 7 millones de euros por la Comisión Europea dentro de su programa Marco de Investigación y Desarrollo Tecnológico Horizonte 2020, este proyecto está coordinado por el centro griego CERTH (Centre for Research and Technology Hellas).
Fuente: Gaiker
Imagen: Pixabay
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