- El hilo final es el resultado de la mezcla de las redes de pesca recuperadas con otros materiales reciclados.
- A partir del mismo se desarrollan artículos tales como riñoneras. Viseras y mochilas tipo saco, aptas para cualquier actividad diaria.
- Esta iniciativa trae consigo una importante disminución del uso de materiales no renovables, así como una reducción de las emisiones de CO2.
Cerceda, a 27 de julio de 2020.- Si bien los millones de toneladas de basura que cada año acaban en el mar proceden en su mayor parte de actividades terrestres, lo cierto es que se calcula que un 20% de los materiales que la conforman tienen su origen en actividades marinas como la pesca.
El proyecto SARETU, promovido por la Asociación Bermeo Tuna World Capital, con la colaboración de la compañía pesquera vasca de túnidos Echebastar, el centro tecnológico AZTI y la empresa textil Ternua, busca dar una segunda vida a las redes y aparejos de pesca abandonados, perdidos o descartados que se acumulan en los océanos.
Para conseguirlo, SARETU se articula en cuatro fases diferenciadas. La primera consiste en almacenar las redes atuneras de cerco que llegan al final de su vida útil en el puerto de Seychelles, principal base de la actividad pesquera de los grandes buques atuneros que faenan en el Océano Indico. Acto seguido, se procede a acondicionar estas redes para que puedan ser sometidas a reciclaje mecánico y convertidas en hilo ECONY, pasando ya a la etapa de producción. El hilo final es el resultado de la mezcla de las redes de pesca recuperadas con otros materiales reciclados (por ejemplo, las alfombras).
Finalmente, se crean tejidos iniciando, a partir de ese momento, el proceso de diseño y desarrollo de artículos. Es el caso de riñoneras polivalentes, cómodas y ligeras para su uso en actividades como trekking, senderismo, etc; también viseras, confortables y muy transpirables; así como mochilas tipo saco, aptas para cualquier actividad diaria.
El informe ambiental de esta iniciativa apunta a 3.670 kilos de redes recuperadas, con una reducción de gases de efecto invernadero de 130.932 kg de CO2 equivalente y una reducción del uso de materiales no renovables (61.829 kg de petróleo equivalente).
Fuente e imagen: https://www.bermeotunaworldcapital.org/saretu/