- Este sector produce anualmente un Valor Añadido Bruto de 955 millones de euros,y genera y mantiene más de 16.500 puestos de trabajo, un 0,09% del total nacional.
- Como consecuencia de la creciente digitalización de la sociedad, el objetivo mínimo de recogida de RAEE establecido para 2019 (9,22 kg por habitante o 430.600 toneladas) crecerá hasta las 489.400 toneladas en 2020.
- Desde 2017, España lidera el reciclaje de este tipo de residuos frente a la media europea, situándose 8,2 puntos porcentuales por encima de ésta.
- Se prevé que la movilidad eléctrica traerá consigo una mayor demanda de baterías de iones, por lo que el el impulso de la industria de baterías y la de su reciclaje se perfila como estratégico.
Cerceda, a 21 de diciembre de 2020.- Tal y como se recoge en el primer informe anual sobre tendencias en la industria del reciclaje de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) y pilas elaborado por Recyclia, entidad que agrupa a las fundaciones medioambientales Ecoasimelec, Ecofimática, Ecolum y Ecopilas, este sector produce anualmente un Valor Añadido Bruto (VAB) de 955 millones de euros en nuestro país, lo que equivale al 0,8% del PIB. Igualmente, genera y mantiene más de 16.500 puestos de trabajo, un 0,09% del total nacional, con la particularidad de que, en 2019, aportó más de 150 millones de euros de manera directa a la recaudación fiscal del Estado, en concepto de impuestos y cotizaciones sociales.
Por volumen de toneladas gestionadas, la contribución de este sector al VAB es diez veces superior al del resto de industrias de gestión de residuos de nuestro país debido al mayor valor relativo de los materiales contenidos en los aparatos electrónicos y pilas, así como a la complejidad y sofisticación de sus procesos de tratamiento.
Por lo que se refiere a las cifras del mercado de RAEE, el estudio señala que, en 2019, se pusieron en el mercado 900.000 toneladas de aparatos electrónicos, un 25% más que en 2018 y un 44% más que en 2016. De este total, el 73% corresponde al mercado doméstico.
Respecto al reciclaje de estos residuos, el informe describe un aumento continuado teniendo en cuenta la creciente digitalización de la sociedad. De hecho, el objetivo mínimo de recogida establecido para 2019 (9,22 kg por habitante o 430.600 toneladas) subirá hasta las 489.400 toneladas en 2020.
A escala global, las estimaciones apuntan a que en 2019 se produjeron más de 53 millones de RAEE (12 millones en Europa), cifra que podría acercarse a los 75 millones de toneladas en 2030.
Desde 2017, España lidera el reciclaje de este tipo de residuos frente a la media europea, situándose 8,2 puntos porcentuales por encima de la misma.
NUEVOS MERCADOS, NUEVOS DESAFÍOS
Por lo que se refiere a las pilas y acumuladores, el informe apunta a que en 2019 se pusieron en el mercado 182.000 toneladas que representaron el 7% del total, correspondiendo el mayor porcentaje (69%) a acumuladores y baterías de automoción (69%). Estos residuos se destinan prácticamente en su totalidad al reciclaje.
Sin embargo, y debido a nuevos mercados como el de la movilidad eléctrica, el reciclaje de otro tipo de baterías creció un 41%, alcanzando las 7.800 toneladas en 2018. De hecho, y según señala el informe, la demanda de baterías de iones de litio, usadas en este ámbito por su mayor potencia y rendimiento, aumentrá a tasas anuales superiores al 30% durante la próxima década.
Políticas como el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030, dentro del Pacto Verde Europeo, implican el desarrollo de tecnologías de almacenamiento energético como las baterías, así como modelos de negocio que valoricen los residuos de este tipo en nuestro país para obtener algunos de los elementos esenciales contenidos en éstos -de los que Europa es claramente deficitaria-, y evitar la dependencia de otros países.
A este respecto, el informe señala que Europa sólo produce el 1% de las materias primas esenciales para la fabricación de baterías. La demanda de litio y cobalto, en el marco de los coches eléctricos, se multiplicará por 18 y por 5, respectivamente, en 2030. En este escenario, Recyclia apunta a que el impulso de la industria de baterías y la de su reciclaje se perfila como estratégico.
Fuente: Retema
Imagen: Pixabay