- Así se recoge en un estudio elaborado por la FAO, en el que, además, se pone de relieve que los ODS contemplan para el año 2030 la reducción del desperdicio alimentario a la mitad.
- En la actualidad, las pérdidas de alimentos a nivel mundial se estiman en un 13,8%, lo que equivale a unos 400 millones de dólares.
- La relación entre la reducción de las pérdidas y los desperdicios de alimentos con el medio ambiente se explica con la disminución de emisiones de carbono y el mejor uso de los recursos naturales.
Cerceda, a 25 de octubre de 2019.- Tal y como se contempla en el informe sobre el Estado Mundial de la Agricultura y la Alimentación 2019 “Progresos en la lucha contra la pérdida y desperdicio de alimentos”, dado a conocer recientemente, la disminución del desperdicio de comida contribuye a la sostenibilidad y a la seguridad alimentaria.
El estudio, elaborado por la FAO, pone de relieve que los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) contemplan para el año 2030 la reducción del desperdicio alimentario a la mitad. En este marco, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura considera necesario definir qué es pérdida y qué es desperdicio, entendiendo como pérdidas las que se producen a lo largo de la cadena, desde la cosecha, el sacrificio o la captura hasta el nivel minorista, aunque sin incluirlo y, como desperdicio, el nivel de la venta al por menor y en el consumo.
En la actualidad, las pérdidas de alimentos a nivel mundial se estiman en 13,8%, lo que equivale a unos 400 millones de dólares.
El director general del Departamento de Desarrollo Económico de la FAO, Máximo Torero, explicó que, a día de hoy, el mundo cuenta con alimentos suficientes para satisfacer la demanda, pero la población crecerá, por lo que cualquier reducción de las pérdidas y desperdicios significará más alimentos disponibles en el mercado mundial. Sin embargo, pone de relieve que esto no garantiza que toda la gente vaya a tener acceso a esa comida ni que se vaya a acabar el hambre.
Destacó igualmente que no se puede forzar a los productores con recursos limitados a hacer inversiones si éstas no les van a beneficiar, lo que implica analizar cómo se pueden lograr esas reducciones.
La relación entre la disminución de las pérdidas y los desperdicios de alimentos con el medio ambiente se explica con la reducción de emisiones de carbono y el mejor uso de los recursos naturales tales como la tierra, el agua y la energía.
La FAO considera que el problema debe ser abordado desde tres ejes: primero, conocer con exactitud la cantidad de alimentos que se pierden y desperdician, así como dónde y por qué; segundo, fijar objetivos que respondan a la realidad de cada comunidad y cada país; y, tercero, identificar dónde se genera el problema para articular las políticas necesarias.
Fuente: FAO
Imagen: Pixabay
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