- El proyecto, coordinado por Aimplas, ha resuelto una de las problemáticas que se encuentran los envases con propiedades barrera, ya que, que para proteger al alimento, requieren de estructuras multicapa complejas cuyo reciclaje suele ser difícil o costoso.
* REFUCOAT finalizó el pasado mes de septiembre tras validar exitosamente todas las estructuras de envase nuevas y comparar su rendimiento con el de los envases metalizados no biológicos que se utilizan actualmente en los productos industriales.
Cerceda, a 1 de diciembre de 2020.- Dado que el desperdicio alimentario se ha convertido en un problema de gran magnitud a nivel mundial, se hace necesario reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), especialmente el ODS 2 (Hambre Cero) y el ODS 12 (Consumo y producción sostenibles).
En el marco de la estrategia sobre plásticos de 2018, la Unión Europea decidió que, en el 2030, todos los envases deben poder ser reciclables, al tiempo que aumenta la conciencia medioambiental de los consumidores, lo que hace necesario seguir investigando para conseguir envases más sostenibles.
En este contexto, el proyecto europeo REFUCOAT, coordinado por Aimplas, ha desarrollado procesos innovadores y eficaces de producción de bioplásticos para envasar alimentos a partir de materiales renovables y diseñados específicamente para envasar carne de pollo fresca, cereales y aperitivos.
Por otra parte, ha resuelto una de las problemáticas que se encuentran los envases con propiedades barrera ,ya que, que para proteger al alimento requieren de estructuras multicapa complejas cuyo reciclaje suele ser difícil o costoso. En este sentido, todos los sistemas de envase del proyecto REFUCOAT se pueden reciclar y/o transformar en compost, por lo que constituyen una alternativa sostenible muy prometedora a los envases actuales del mercado.
En los tres últimos años, el proyecto se ha concentrado en tres ámbitos principales: el desarrollo de recubrimientos activos para los films de envasado de alimentos que alarguen la vida útil de los productos gracias a organismos bacteriófagos que muestran una reducción significativa de la proliferación de Salmonella en muestras de pechugas de pollo envasadas en atmósfera modificada; la utilización de harina de baja calidad como base para producir polihidroxialcanoato (PHA), un biopolímero biodegradable con el que se han fabricado bandejas que alargan la vida útil de los productos de carne de pollo fresca; y el desarrollo de un proceso eficaz de producción de poliglicolato (PGA), un material completamente biodegradable con excelentes propiedades de barrera al agua y, por tanto con aplicaciones prometedoras para el envasado de alimentos, que hasta la fecha era una solución demasiado cara para sustituir a los materiales de origen fósil.
REFUCOAT finalizó el pasado mes de septiembre tras validar exitosamente todas las estructuras de envase nuevas y comparar su rendimiento con el de los envases metalizados no biológicos que se utilizan actualmente en los productos industriales.
Fuente e imagen: AIMPLAS