- La ciudad de Áqaba ya está empezando a aplicar criterios de economía circular a través de la puesta en marcha de un proyecto en el que se han integrado 15 hoteles y 17 restaurantes para auditar los residuos producidos en los mismos y evaluar la forma de reducir su impacto.
- Se capacitó al personal del sector en gestión sostenible de desechos y se diseñaron planes para que las entidades participantes disminuyeran en un 25% la cantidad de basura depositada en vertedero.
- Asimismo, se está evaluando la posibilidad de utilizar incentivos fiscales y reducir las tarifas a aquellos hoteles que mejor gestionen sus residuos.
- De forma paralela, el proyecto también se ha impregnado de una dimensión social al proporcionar, a través de la reutilización y el reciclaje, medios de vida a las mujeres en riesgo de exclusión, formándolas en el proceso de transformación de los desechos en productos de valor.
Cerceda, a 15 de abril de 2019.- La producción de residuos en Jordania ha seguido una línea ascendente en los últimos años, llegando a las casi 3 millones de toneladas en 2017.
El desperdicio alimentario constituye también una preocupación en este país y la ciudad costera de Áqaba, muy conocida por sus aguas cristalinas y sus arrecifes de coral, ya está empezando a aplicar la economía circular para disminuir la generación de basura y transformar los desechos en recursos. Para ello se cuenta con la implicación del sector hostelero.
Así, la Asociación de Energía, Agua y Medio Ambiente de Jordania, con el apoyo de la Unión Europea y ONU Medio Ambiente, a través del Programa SWITCH Med, ha llevado a cabo un proyecto en el que se han integrado 15 hoteles y 17 restaurantes para auditar los residuos producidos en los mismos y evaluar la forma de reducir su impacto.
A través de esta iniciativa se capacitó al personal del sector en gestión sostenible de residuos y se diseñaron planes para que las entidades participantes disminuyeran en un 25% la cantidad de basura depositada en vertedero.
El plan de acción contempló medidas sencillas tales como la revisión de los menús, la mejor gestión de los alimentos (consumir los más antiguos antes de que se pierdan y usar platos de menor tamaño en los bufés) y el reciclaje de plásticos y metales.
Actualmente, la ciudad está evaluando la posibilidad de utilizar incentivos fiscales para lograr una mayor implicación del sector turístico. Los hoteles pagan un impuesto fijo por la recogida de basura en función del espacio ocupado. No obstante, la Autoridad de la Zona Económica Especial de Áqaba se muestra dispuesta a reducir las tarifas para los hoteles que mejor gestionen sus residuos.
ENFOQUE SOCIAL
De forma paralela, el proyecto también se ha impregnado de una dimensión social al proporcionar, a través de la reutilización y el reciclaje, medios de vida a las mujeres en riesgo de exclusión, capacitándolas en el suprarreciclaje, es decir, en el proceso de transformación de los desechos en productos de valor. Algunas ya han aprendido a fabricar candelabros a partir de latas defectuosas, trabajo que les permite obtener ingresos y disminuir los residuos vertidos. Otras trabajan en el reciclaje de papel y tejidos y, en algunos casos, ya han alquilado locales para fabricar productos a partir de materiales de desechos y venderlos.
Fuente e imagen: ONU Medio Ambiente
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