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Reutilizando lo que deja la Navidad
- Árboles, adornos, cajas de cartón y papel de regalo son, entre otros, algunos de los elementos típicos de las Fiestas navideñas que podrían ser aprovechados para nuevos usos, evitando que acaben convertidos en residuos
Cerceda, a 9 de enero de 2024.- Consumismo exacerbado y compra de artículos específicos de usar y tirar concebidos para las fiestas navideñas, constituyen algunas de las malas prácticas que caracterizan a esta época del año. No obstante, es posible aprovechar algunos artículos tales como el árbol navideño, los adornos, las cajas de cartón, el papel de regalo, los juguetes o incluso los aparatos eléctricos y electrónicos que quedan en desuso, para ponerlos en valor y evitar su negativo impacto ambiental.
Algunas posibles soluciones:
- Replantar el árbol si es natural o depositarlo en un punto de recogida. De todas formas, actualmente ya están emergiendo otras alternativas tales como el alquiler de árboles exclusivamente para las citas navideñas. Cada vez más empresas y organizaciones en España se dedican al cultivo, la venta y el reciclaje de este tipo de árboles, evitando la tala indiscriminada de los mismos.
- Guardar el papel de regalo para reutilizarlo en otras ocasiones, disminuyendo así su consumo.
- Acondicionar las cajas de cartón como archivadores, organizadores, para almacenaje, etc. Las posibilidades son múltiples.
- Conservar los adornos navideños en buen estado. En caso de querer innovar, se puede modificar el diseño de los mismos pintándolos o cambiando artesanalmente su formato. Además, cabe así la posibilidad de que sean usados en otros eventos.
- Los nuevos juguetes relegan a un segundo plano los viejos, a los que debe darse una segunda vida, bien a través de tiendas de segunda mano o bien donándolos a alguna ONG que pueda entregarlos a niños sin recursos.
- Los aparatos eléctricos y electrónicos (móviles, tablets, ordenadores, …) siguen siendo el regalo estrella de estas fechas. El hecho de que sustituyan a los antiguos, no debe implicar que estos últimos acaben olvidados en un cajón. También pueden ponerse en valor en tiendas de segunda mano para su posterior venta, una vez reacondicionados. Si no sirven para este fin, debe propiciarse su reciclado, permitiendo así recuperar los valiosos materiales con los que están fabricados.
Saludos, Departamento de Comunicación