- A pesar de solo ser responsable del 0,25% de las emisiones mundiales, se sitúa entre las 10 naciones más afectadas por la emergencia climática.
- Previamente, el 23 de septiembre, se celebrará en Nueva York la Cumbre de Acción Climática 2019 a fin de que los líderes de los países pongan sobre la mesa planes concretos y realistas para mejorar sus contribuciones a nivel nacional para 2020.
Cerceda, a 27 de agosto de 2019.- Este año la COP 25 tendrá lugar, del 2 al 13 de diciembre, en Santiago de Chile, país muy vulnerable al cambio climático. A pesar de solo ser responsable del 0,25% de las emisiones mundiales, se sitúa entre las 10 naciones más afectadas por la emergencia climática, ya que cumple 7 de las 9 condiciones de vulnerabilidad establecidas por la Organización de las Naciones Unidas.
La Conferencia de las Partes (COP), que es el órgano de decisión supremo de la Convención Marco de Naciones Unidas –CMNUCC- (un tratado que establece las obligaciones básicas de las 196 Partes –Estados- más la Unión Europea para combatir el cambio climático, revisará los avances en la lucha climática, constituyendo el foro en el que proponer, evaluar y aprobar nuevos instrumentos de actuación que favorezcan la implementación de la Convención.
Previamente, el 23 de septiembre, se celebrará en Nueva York la Cumbre de Acción Climática 2019 a fin de que los líderes de los países pongan sobre la mesa planes concretos y realistas para mejorar sus contribuciones a nivel nacional para 2020, siguiendo la directriz de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero un 45% en el próximo decenio y a cero para 2050.
De cara a asegurar la fiabilidad y efectividad de estos planes, no pueden enfrentarse a la reducción de forma aislada, sino que deben mostrar una vía hacia la transformación completa de las economías siguiendo los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
En ese evento se darán cita gobiernos, sector privado, sociedad civil, autoridades locales y otras organizaciones internacionales para desarrollar soluciones ambiciosas en áreas tales como la transición global hacia energías renovables, la transición industrial, infraestructuras y ciudades sostenibles y resilientes, agricultura y ordenación sostenible de nuestros océanos y bosques, resiliencia y adaptación a los impactos climáticos, convergencia de financiación pública y privada con una economía de emisiones netas.
Asimismo, se tendrán en cuenta otras tres áreas clave adicionales, esto es, estrategia de mitigación para impulsar las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (CDN) y estrategias a largo plazo para conseguir las metas del Acuerdo de París; compromiso de la juventud y movilización pública contra el cambio climático; impulsores sociales y políticos para avanzar en cuestiones vinculadas al bienestar de la población, contaminación del aire, trabajo digno, estrategias de adaptación climática y protección de los trabajadores y grupos vulnerables.
Fuente e imagen: #porelclima
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