- El ahorro de costes (56%), la preocupación por el hambre en el mundo (52%) y el cambio climático (51%) son las principales razones que contribuyen a ello
- Aunque los consumidores admiten su propia responsabilidad (el 60% se siente culpable al desperdiciar alimentos), perciben que los minoristas y los productores de alimentos no hacen lo suficiente para ayudarles a detener este problema
- El 91% afirma que está dispuesto a comprar marcas y a minoristas que divulguen información sobre su desperdicio alimentario, mientras que el 58% aumentará su gasto en empresas que tomen medidas activas para gestionar el desperdicio de alimentos
Cerceda, a 11 de julio de 2022.- Según el último informe del Instituto de Investigación Capgemini, que lleva por título “Reflejar. Reflexionar. Reconsiderar. Por qué el desperdicio alimentario es un problema de todos”, en el que se encuestó, entre abril y mayo de 2022, a 10.000 consumidores y a 1.000 ejecutivos de grandes organizaciones en la producción y venta de alimentos, el número de cidadáns concienciados con el desperdicio alimentario se ha duplicado en dos años, llegando al 72%.
Tal y como se recoge en el documento, los consumidores están indagando en distintas formas para reducir el desperdicio de alimentos, pues las búsquedas en las redes sociales acerca de métodos para prolongar la vida útil de los alimentos han tenido un crecimiento interanual del 80%. El ahorro de costes (56%), la preocupación por el hambre en el mundo (52%) y el cambio climático (51%), son las principales razones que contribuyen a ello.
APOYO DE MINORISTAS Y PRODUCTORES
Aunque los consumidores admiten su propia responsabilidad (el 60% se siente culpable al desperdiciar alimentos), también perciben que los minoristas y los productores de alimentos no hacen lo suficiente para ayudarles a detener este problema. En este sentido, el 61% quiere que éstos hagan más para ayudarles a abordar el desperdicio de alimentos y el 57% está decepcionado y siente que las empresas no se preocupan lo suficiente por este tema. Demandan mayor esfuerzo en áreas tales como la innovación de productos, el envasado, la claridad en la fecha del etiquetado y la información proporcionada a los consumidores. El 91% afirma que están dispuestos a comprar marcas y minoristas que divulguen información sobre su desperdicio alimentario, mientras que el 58% aumentará su gasto en empresas que tomen medidas activas para gestionarlo.
No obstante, solo el 15% de las organizaciones afirma que ha alcanzado o está en vías de alcanzar sus objetivos. Según el informe, esto se debe a un enfoque fragmentado a la hora de abordar el desperdicio y la pérdida de alimentos a lo largo de la cadena. Aunque los minoristas y productores se centran en reducir el desperdicio de alimentos en la logística previa (44% de los minoristas y 50% de los productores), así como en el procesamiento y el envasado (43% de los minoristas, 46% de los productores), pocos de ellos prestan la misma atención a la producción agrícola (22% de minoristas y 23% de productores) o al almacenamiento posterior (18% de minoristas y 21% de productores).
El estudio señala que, aunque la reducción del desperdicio de alimentos en la fase de venta al por menor y de consumo es un aspecto importante, se pierden muchos más alimentos durante la producción y la distribución (1.500 millones de toneladas frente a 931 millones de toneladas).
Tim Bridges, Responsable Global del sector de Productos de Consumo, Retail y Distribución de Capgemini, indicó que “Con la ayuda de la tecnología, las organizaciones pueden rastrear y evaluar el desperdicio de alimentos en cada etapa de la cadena de valor alimentaria para poder actuar en el momento adecuado, al mismo tiempo que interactúan con sus consumidores inculcándoles comportamientos que eviten los desperdicios y haciéndoles participar activamente en la reducción de los mismos. Una cadena de suministro ágil e inteligente también puede permitir una colaboración eficaz en toda la cadena de valor para crear un ecosistema sostenible y preparado para el futuro“.
El informe aconseja un enfoque triple para hacer frente al desperdicio de alimentos, con el apoyo de la tecnología para involucrar a los consumidores y a los empleados en las iniciativas para la gestión de los residuos alimentarios, colaborar en toda la cadena de valor y establecer, supervisar y notificar los parámetros relacionados con el desperdicio de alimentos.
Fuente: Capgemini
Imagen: Pixabay