- El estudio se enmarca en el proyecto europeo de investigación Harnesstom (Harnessing the value of tomato genetic resources for now and the future), que contempla igualmente el diseño de estrategias innovadoras que redunden en materiales de cultivo adaptados localmente a agricultores, consumidores, chefs y universidades.
- Promovido por el Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas (IBMCP), el CSIC y la Universitat Politècnica de València, se desarrollará durante los próximos cuatro años, contando con un presupuesto de 8,07 millones de euros.
Cerceda, a 4 de enero de 2021.- El proyecto europeo de investigación Harnesstom (Harnessing the value of tomato genetic resources for now and the future) estudia la producción de variedades de tomates de mayor calidad y sabor, así como resistentes a enfermedades emergentes y al cambio climático. Asimismo, contempla el diseño de estrategias innovadoras que redunden en materiales de cultivo adaptados localmente a agricultores, consumidores, chefs y universidades.
Promovido por el Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas (IBMCP), el centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universitat Politècnica de València, se desarrollará durante los próximos cuatro años. Cuenta con un presupuesto de 8,07 millones de euros (7,04 son financiados por el Programa Horizonte 2020).
La iniciativa aglutina a 22 instituciones colaboradoras de siete países, entre las que figuran pequeñas y medianas empresas tecnológicas y de cultivo, ONG, asociaciones de agricultores e instituciones académicas de Estados tales como España, Bulgaria, Francia, Italia, Israel, Países Bajos y Taiwán.
INCREMENTO DE LOS RECURSOS GENÉTICOS
Si bien se trata de un producto muy cultivado y consumido, el tomate tiene una diversidad genética reducida, circunstancia que lo hace especialmente vulnerable a las nuevas enfermedades y al cambio climático.
Según el coordinador del proyecto, se pone de relieve que incrementar los recursos genéticos es fundamental, tanto para conseguir un producto de mejor calidad como para la seguridad alimentaria.
Además, en el marco de este proyecto se desarrollarán cuatro programas de preproducción con el fin de introducir resistencias contra las principales enfermedades emergentes, encontrar la mejor adaptación del tomate al cambio climático, mejorar la calidad del producto final y aumentar la resiliencia del tomate tradicional europeo a través de un proceso participativo.
Fuente: Sigfito
Imagen: Pixabay