- Prolongar la vida útil de este dispositivo reduce significativamente su huella de carbono.
- El consumismo, a veces irracional, que se pone de manifiesto en relación con los dispositivos electrónicos provoca un ingente derroche de recursos.
Cerceda, a 7 de marzo de 2019.- Los teléfonos inteligentes han revolucionado no sólo el sector de las telecomunicaciones, sino nuestros propios hábitos, poniendo a nuestra disposición alta tecnología que nos permite comunicarnos con los demás, consultar internet, hacer fotografías de alta calidad, escuchar música, etc.
Sin embargo, casi nunca reparamos en el impacto que, para el medio ambiente, supone la fabricación de estos sofisticados dispositivos electrónicos. En el interior de nuestro teléfono inteligente podemos hallar metales preciosos como el oro, el paladio y el platino, así como otros menos conocidos, pero no por ello menos valiosos para la industria, como el estaño, el cobalto, el tantalio o el tungsteno.
UNA VERDADERA MINERÍA URBANA
Todos los elementos que componen un Smartphone pueden terminar depositados en lugares totalmente inapropiados, si una vez que decidimos desechar nuestro dispositivo lo hacemos fuera de los canales adecuados.
La industria electrónica genera anualmente unos 41 millones de toneladas de residuos que contienen materiales muy valiosos, aunque todavía un bajo porcentaje de este tipo de desechos son tratados adecuadamente. El resto de materiales llega a constituir una auténtica mina urbana, cuyo valor no es baladí, si se tiene en cuenta que cada año se utilizan unas 300 toneladas de oro en la fabricación de productos electrónicos, entre ellos nuestros teléfonos inteligentes.
PROLONGAR LA VIDA ÚTIL
La fabricación de un Smartphone representa el 80% de su huella de carbono, mientras que su uso alcanza el 16% y su transporte implica el 4% restante.
El progresivo acortamiento de la vida útil de los teléfonos móviles, cuya tasa de renovación no deja de aumentar progresivamente, es un ejemplo perfecto de consumo insostenible. Sólo en 2016 se desecharon en el mundo unas 435.000 toneladas de teléfonos móviles.
Reutilizar, revender y reciclar son gestos que contribuyen a mitigar el problema, precisándose igualmente del diseño de dispositivos electrónicos realmente sostenibles y duraderos. Sólo así lograremos hacer un uso sostenible de los mismos y ponerlos en valor una vez finalizada su vida útil.
Fuente: ONU Medio Ambiente
Imagen: Pixabay
Saludos, Departamento de Comunicación