- Se reducirían también los efectos dañinos del cambio climático, ya que el desperdicio alimentario es responsable del 8% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero y casi el 30% de la tierra agrícola del mundo se utiliza para producir alimentos que nunca serán consumidos.
- Hoy se celebra, por primera vez, el Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos, efeméride designada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el pasado 19 de diciembre para contribuir a sensibilizar a toda la cadena alimentaria sobre la importancia de este problema y sus posibles soluciones.
- Mientras que en los países en desarrollo el 40% de la pérdida se produce durante la cosecha y en la etapa de procesamiento, en los industrializados, la pérdida tiene lugar a nivel minorista o del consumidor.
Cerceda, a 29 de septiembre de 2020.- El 19 de diciembre de 2019, la Asamblea General de las Naciones Unidas designó el 29 de septiembre como Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos, reconociendo que la celebración de esta efeméride contribuiría significativamente a sensibilizar a toda la cadena alimentaria sobre la importancia de este problema y sus posibles soluciones desde todas las dimensiones.
Cada año un tercio de la producción mundial de alimentos para consumo humano se pierde o se desperdicia. Combatir este problema contribuiría a reducir la pobreza y el hambre, al tiempo que ayudaría a luchar contra el cambio climático.
La ONU asegura que si ahorráramos una cuarta parte de la comida que ahora se desperdicia, se podría alimentar a 870 millones de personas que padecen hambre, con la particularidad de que los efectos dañinos del cambio climático se aminoraían, toda vez que el desperdicio alimentario es responsable del 8% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero y casi el 30% de la tierra agrícola del mundo se utiliza para producir alimentos que nunca serán consumidos.
PÉRDIDA Y DESPERDICIO ALIMENTARIO NO ES LO MISMO
La pérdida de alimentos tiene lugar en los siguientes escenarios:
- Las explotaciones agrícolas, debido a un momento inapropiado para la recolección, las condiciones climáticas, las prácticas utilizadas en la recolección y la manipulación, y los problemas en la comercialización de la producción.
- Los almacenes, debido a un almacenamiento inadecuado, así como a decisiones tomadas en etapas tempranas de la cadena de suministro que hacen que los productos tengan una vida útil más corta.
- El transporte, ya que una buena infraestructura y una logística comercial eficaz son fundamentales. La elaboración y el envasado son determinantes en la conservación de los alimentos, y las pérdidas suelen deberse a instalaciones obsoletas, al mal funcionamiento técnico o a errores humanos.
Por su parte, el desperdicio alimentario ocurre en los comercios minoristas debido a una vida útil limitada, la necesidad de que los productos alimenticios cumplan las normas estéticas en términos de color, forma y tamaño, y la variabilidad de la demanda. Y también en el hogar debido a una mala planificación de las compras y las comidas por parte del ciudadano, un exceso de compra (influido por porciones y tamaños de envases demasiado grandes), confusión sobre las etiquetas (fechas de consumo preferente y de caducidad) y un almacenamiento inadecuado en el hogar.
Teniendo en cuenta la creciente población mundial, las Naciones Unidas (ONU) ven una necesidad urgente de abordar las grandes cantidades de alimentos perdidos y desperdiciados en todo el mundo, haciendo hincapié en los riesgos que implican para el cambio climático, la sostenibilidad de la agricultura, los medios de subsistencia humanos y los suministros de alimentos. También constituye un objetivo recogido en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, y específicamente en la Meta 12.3 , que exige reducir a la mitad el desperdicio mundial de alimentos per cápita a nivel minorista y de consumo, así como reducir las pérdidas de alimentos a lo largo de las cadenas de producción y suministro.
La FAO y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), agencias líderes en la celebración de este Día Internacional, están trabajando actualmente para medir los progresos. La FAO lidera los esfuerzos relacionados con el Índice de Pérdida de Alimentos y brinda orientación para las intervenciones de políticas, y el PNUMA está a cargo del Índice de Desperdicio de Alimentos, comprometiéndose a acelerar la acción a través de su programa de actividades de sistemas alimentarios sostenibles que tienen como objetivo crear conciencia y catalizar la acción a nivel local, regional e internacional.
DATOS QUE INVITAN A LA REFLEXIÓN
- Mientras que en los países en desarrollo el 40% de la pérdida se produce durante la cosecha y en la etapa de procesamiento, en los industrializados ocurre a nivel minorista o del consumidor.
- Europa y América del Norte desperdician un promedio de 95-115 kg de comida por persona cada año.
- El volumen de agua utilizado para producir la comida desperdiciada equivale a 3 veces el volumen del lago Ginebra.
Fuente: ONU
Imagen: Pixabay