- Último día de curso y primer día de verano, jornada ideal para visitar Sogama y aprender un poco más sobre gestión sostenible de residuos urbanos.
- 60 escolares de ESO de este centro fueron atendidos por los educadores de Sogama, quienes explicaron la actividad de Sogama, deteniéndose igualmente en informar y formar en diversas temáticas tales como el desperdicio alimentario, la contaminación marina por plásticos y el compostaje doméstico.
- Asimismo, incidieron en la importancia crucial de practicar cada día las tres erres (reducción, reutilización y reciclaje) para lograr un planeta saludable, hoy y en el futuro.
Cerceda, a 21 de junio de 2019.- Hoy, último día lectivo del curso académico 2018-2019 y primer día de verano, el Complejo Medioambiental de Sogama en Cerceda (A Coruña) ha recibido la visita de 60 escolares de ESO del colegio Salesianos San Juan Bosco de la ciudad de A Coruña.
A pesar de las inclemencias meteorológicas de los últimos días, hoy el tiempo ha dado una tregua para que los jóvenes pudiesen disfrutar de una jornada que les permitió complementar sus conocimientos medioambientales en gestión de residuos.
Los educadores de Sogama hablaron de la actividad de esta empresa pública, del proceso de ampliación de sus instalaciones, que le permitirá incrementar de forma exponencial sus índices de reciclado y llegar el próximo año al vertido técnico cero, y recordaron la importancia del principio de las tres erres (reducción, reutilización y reciclaje) para actuar cada día con responsabilidad: aplicando la prevención, practicando el consumo responsable, minimizando la cantidad de desechos generados, aprovechando al máximo los productos y clasificándolos adecuadamente una vez concluida su vida útil a fin de que puedan ser reciclados y transformados en nuevos artículos de utilidad. Para que esto sea así, un gesto básico y esencial es depositarlos previamente en los contenedores correspondientes.
DESPERDICIO ALIMENTARIO Y CONTAMINACIÓN POR PLÁSTICOS
También se abordó la problemática que, en la actualidad, está representando el desperdicio alimentario, toda vez que se desecha un tercio de la comida que se produce para el consumo humano, y se proporcionaron las claves para hacer frente a este fenómeno, con una clara incidencia en el cambio climático, dadas sus negativas consecuencias ambientales, además de económicas, sociales y morales.
Hacer una lista de la compra, adquirir solo lo necesario, revisar previamente la despensa y la nevera, fijarse en la fecha de caducidad (momento a partir del cual un artículo puede representar una amenaza para la salud) y en la de consumo preferente (momento a partir del cual un producto puede perder cualidades –textura, sabor-olor-, pero sin representar riesgo para la salud) y aprovechar las sobras para elaborar nuevos menús, representan pequeños gestos con los que lograr grandes resultados.
La contaminación marina por plásticos constituye una temática recurrente, toda vez que el 80% de los residuos que acaban en los océanos tienen su origen en tierra. Botellas, colillas, bastoncillos de algodón, pajitas, etc. se encuentran entre los desechos más frecuentes en el mar, incidiendo gravemente en los ecosistemas, en los animales, que ingieren los plásticos al confundirlos con alimento, ocasionándoles muchas veces la muerte, en el turismo, en la pesca y en la propia alimentación humana, ya que los microplásticos regresan a nuestras mesas a través del pescado que comemos o la sal con la que aderezamos los platos. Sus consecuencias para la salud están todavía por definir.
Y para los residuos no alimentarios, una magnífica opción en las viviendas unifamiliares que dispongan de terreno (huerto o jardín) es apostar por el compostaje doméstico, convirtiendo en abono natural la materia orgánica, que regresa al suelo en forma de nutrientes.
Saludos, Departamento de Comunicación