- Perteneciente a la Universidad de Alicante, está conformado por químicos, biólogos y ecólogos con una gran experiencia en la evaluación del impacto humano en el medio ambiente.
- El grupo ha lanzado un crowdfunding para el proyecto que lleva por título “¿Contaminan menos los bioplásticos?”, figurando la campaña de captación en la Plataforma “Precipita” de la FECYT.
- Uno de los investigadores responsables explica que el proyecto va a contribuir a que la sociedad esté mejor informada, sabiendo qué tipos de plásticos y bioplásticos tienen una mayor degradabilidad, lo que contribuirá a mejorar la normativa sobre el uso de distintas tipologías de plástico.
Cerceda, a 4 de febrero de 2019.- El negativo efecto de los plásticos se asocia a su persistencia, es decir, al tiempo que permanecen en el medio ambiente. Para medir la degradabilidad de distintos polímeros, un grupo multidisciplinar de investigadores de la Universidad de Alicante, conformado por químicos, biólogos y ecólogos con una gran experiencia en la evaluación del impacto humano en el medio ambiente para ayudar a solucionar problemas como la contaminación o el cambio climático, ha lanzado un crowdfunding para el proyecto que lleva por título “¿Contaminan menos los bioplásticos?”. La campaña de captación está vigente en la Plataforma “Precipita” de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT).
La alta producción de plásticos, su baja degradabilidad y la deficiente gestión de los residuos resultantes, convierten a este material en todo un reto ambiental. Ante este escenario, se están desarrollando materiales alternativos, como los bioplásticos, que son polímeros que proviene parcial o totalmente de fuentes renovables como las plantas. Si bien se presupone que todos los bioplásticos son biodegradables, lo cierto es que su degradabilidad puede variar en buena medida del tipo y de las condiciones del medio en el que se degraden. No obstante, la mayor parte de los estándares y normativas que se usan para evaluar la degradación, no tienen en cuenta la diversidad de condiciones ambientales.
Uno de los investigadores responsables, Carlos Sanz Lázaro, explica que el proyecto va a contribuir a que la sociedad esté mejor informada, sabiendo qué tipos de plásticos y bioplásticos tienen una mayor degradabilidad o, lo que es lo mismo, menor persistencia en el medio ambiente. Ello contribuiría a mejorar la normativa sobre el uso de distintas tipologías de plástico mediante la adición de medidas de degradabilidad más realistas en el entorno.
Apunta Sanz Lázaro que “se pondrá a punto un protocolo para medir la degradabilidad de estos polímeros en condiciones controladas reproduciendo distintos ecosistemas terrestres y marinos. Con estos datos podremos establecer qué polímeros van a tener una menor persistencia en el medio ambiente para poder establecer políticas ambientales sobre su uso y fabricación”.
Fuente e imagen: Universidad de Alicante
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