- El documento aporta evidencias sobre el progresivo incremento de la demanda de alimentos en los diferentes países de la UE y propone, entre otras cuestiones, “cambiar el modelo de consumo lineal de masa a una economía más circular, aunque esto suponga una modificación de hábitos, normas y rutinas para la ciudadanía”.
Cerceda, a 6 de mayo de 2020.- El sistema alimentario europeo actual requiere una transformación radical para que sus componentes sociales, económicos y ecológicos sean sostenibles a largo plazo. Esta es una de las conclusiones del informe A sustainable food System for the European Union, que ha publicado recientemente el Asesoramiento Científico para la Política de las Academias Europeas (SAPEA, por sus siglas en inglés).
El documento aporta evidencias sobre el progresivo incremento de la demanda de alimentos en los diferentes países de la Unión Europea y la necesidad de desarrollar un nuevo modelo agroalimentario.
Propone, entre otras cuestiones, “aumentar la productividad de manera sostenible y cambiar el modelo de consumo lineal de masa a una economía más circular, aunque esto suponga una modificación de hábitos, normas y rutinas para la ciudadanía”. Así lo explica Marta Rivera, directora de la Cátedra de Agroecología y Sistemas Alimentarios de la Universitat de Vic-Universitat Central de Catalunya (UVic-UCC), que figura como única investigadora de España.
Los investigadores indican que “este tipo de cambios en conductas arraigadas deben producirse colectivamente, precisando medidas en el ámbito local, pero también en el nacional y en el internacional”.
Para los expertos la evidencia científica demuestra que la fiscalidad es una de las maneras más efectivas para modificar el comportamiento de la ciudadanía, pudiendo tener también un impacto positivo la acreditación y el etiquetado de los productos. De ahí que concluyan que una reforma de las políticas europeas de agricultura y pesca ofrecería grandes oportunidades para desarrollar resiliencia y sostenibilidad.
No obstante, el informe de SAPEA advierte que aún no hay suficientes evidencias para saber con exactitud qué impacto tendrían estas acciones en la práctica, por lo que se tienen que valorar detenidamente antes de ser aplicadas.
Recuerdan también que los sistemas alimentarios contribuyen significativamente a las emisiones de gases de efecto invernadero. El cambio de sistema podría contribuir a la reducción de estos gases.
Fuente: mundoagropecuario.com
Imagen: Pixabay