- El peso equivale aproximadamente a 23 millones de camiones de 40 toneladas completamente cargados, suficiente para dar siete vueltas a la Tierra.
- La mayor parte de este desperdicio proviene de los hogares, que descartan el 11% del total de alimentos disponibles en la etapa de consumo.
- La meta 12.3 de los ODS busca reducir a la mitad el desperdicio mundial de alimentos per cápita para 2030 y reducir las pérdidas a lo largo de las cadenas de producción y suministro.
Cerceda, a 5 de marzo de 2021 – Una investigación de la ONU estima que, en 2019, se desperdiciaron 931 millones de toneladas de alimentos, acabando en el cubo de la basura de los hogares, minoristas, restaurantes y otros servicios el 17% del total de alimentos disponibles. El peso equivale aproximadamente a 23 millones de camiones de 40 toneladas completamente cargados, suficiente para dar siete vueltas a la Tierra.
El informe indica que la mayor parte de este desperdicio proviene de los hogares, que descartan el 11% del total de alimentos disponibles en la etapa de consumo. Por su parte, los servicios de alimentación y los establecimientos minoristas desperdician el 5% y el 2%, respectivamente.
El desperdicio de alimentos tiene importantes efectos ambientales, sociales y económicos. De hecho, entre el 8% y el 10% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero están asociadas con alimentos que no se consumen, si se toman en cuenta las pérdidas que se producen antes del nivel del consumidor.
Con 690 millones de personas afectadas por el hambre en 2019, un número que se espera aumente drásticamente con la COVID-19, y 3.000 millones de personas que no pueden pagar una dieta saludable, los consumidores necesitan apoyo para reducir el desperdicio de alimentos en el hogar.
Los países pueden aumentar la ambición climática al incluir el desperdicio de alimentos en las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional de cara al Acuerdo de París, al tiempo que fortalecen la seguridad alimentaria y reducen los costos para los hogares. En ese sentido, la prevención es también un área crucial para su inclusión en las estrategias de recuperación de la COVID-19.
UN PROBLEMA GLOBAL
El desperdicio alimentario es un problema global, no solo del mundo desarrollado. La meta 12.3 de los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) busca reducir a la mitad, para 2030, el desperdicio mundial de alimentos per cápita a nivel de los minoristas y los consumidores, así como disminuir rlas pérdidas de alimentos a lo largo de las cadenas de producción y suministro.
Para aprovechar el trabajo del informe, el PNUMA lanzará grupos de trabajo regionales con la pretensión de ayudar a desarrollar las capacidades de los países para medir el desperdicio de alimentos antes de la próxima ronda de informes del ODS 12.3 (que tendrá lugar a finales de 2022), y ayudarlos a desarrollar líneas de base nacionales para rastrear el progreso hacia la meta de 2030.
Fuente: ONU
Imagen: Pexels