- Ante las dudas generadas por el Reglamento de Taxonomía de la UE, la FEAD solicitó un análisis jurídico sobre el papel de la valorización energética de los residuos no reciclables en la economía circular.
Cerceda, a 20 de octubre de 2020.- La recuperación de energía a partir de los residuos no reciclables constituye una vía para hacer un mejor uso de los recursos contenidos en los desechos y desempeña un importante papel en la economía circular como paso previo al vertido. Sin embargo, el papel de la valorización energética de residuos en el contexto de las disposiciones del Reglamento de Inversiones Sostenibles de la UE (más conocido como Reglamento de Taxonomía), que entró en vigor el pasado 12 de julio, no está claro.
Es por ello que la Federación Europea de Gestión de Residuos y Servicios Ambientales (FEAD) encargó a la consultora PricewaterhouseCoopers (PWC) un análisis e interpretación legal del Reglamento de Taxonomía para comprobar si la valorización energética de residuos (WtE), cumpliendo los criterios de eficiencia energética R1, puede ser considerada una actividad económica ambientalmente sostenible. Esta aclaración es necesaria antes de la definición detallada de «actividades sostenibles» e «inversiones verdes» en la futura taxonomía.
El análisis jurídico utilizó todos los métodos aplicados para interpretar las disposiciones de la legislación de la UE, teniendo en cuenta la legislación europea sobre residuos y el marco político, y concluyó que (a) la incineración de residuos debe considerarse de manera diferenciada, (b) debe hacerse una distinción entre incineración para eliminación e incineración para valorización energética (R1), y que (c) la valorización energética de residuos (R1) es coherente con la economía circular, al tiempo que cumple otros objetivos medioambientales, siempre que se ajuste a la jerarquía de residuos. Por tanto, la valorización energética de los residuos no reciclables debe considerarse una actividad económica medioambientalmente sostenible.
El presidente de la FEAD, Peter Kurth, ha destacado al respecto que «al desviar los residuos no reciclables de los vertederos, garantizar su tratamiento ecológico y evitar el uso de combustibles fósiles, la conversión de residuos en energía (según los criterios R1) es una actividad clave para un mayor reciclaje y ahorro de emisiones de CO2. El análisis jurídico está en consonancia con los hechos».
Fuente: Residuos Profesional
Imagen: Aeversu