- Financiado por la Unión Europea, está liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
- El nuevo envase, que se degrada en un periodo máximo de 90 días desde que se desecha, puede alargar la vida útil de carnes, pescados o verduras, contribuyendo así a la reducción del desperdicio de comida, uno de los objetivos de la estrategia de la bioeconomía circular de la UE.
Cerceda, a 2 de julio de 2020.- El proyecto YPACK, financiado por la Unión Europea y liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha desarrollado y patentado un material a partir de subproductos de la industria alimentaria como alternativa al envasado tradicional de alimentos.
El nuevo envase, que se degrada en un periodo máximo de 90 días desde que se desecha, puede alargar la vida útil de carnes, pescados o verduras, contribuyendo así a reducir el desperdicio de comida, uno de los objetivos de la estrategia de la bioeconomía circular de la UE.
YPACK tiene por objeto ampliar la producción y validar comercialmente dos soluciones innovadoras de envasado de alimentos basadas en polihidroxialcanoatos (PHAs): una película de contacto alimentario y una bandeja, ambos totalmente compostables.
Tras desarrollar la película de contacto, ahora un equipo multidisciplinar de 21 socios de 10 países miembros de la UE ha creado un envase compostable fabricado con un material sostenible, poli(3-hidroxibutirato-co-3-hidroxivalerato) (PHBV), que se produce a partir de suero de queso y microcelulosa de cáscaras de almendras.
ACTIVIDAD ANTIMICROBIANA
Los expertos han buscado que, además de biodegradables, los envases participen de forma activa en la conservación del producto. En un paso previo, se incorporó óxido de zinc y aceite esencial de orégano, dos ingredientes activos. Estos compuestos tienen buena actividad antimicrobiana contra dos bacterias que pueden causar intoxicación alimentaria: Staphylococcus aureus (estafilococo áureo) y Escherichia coli (E. coli).
Los investigadores descubrieron una proporción óptima de los ingredientes activos, óxido de zinc y aceite esencial de orégano, que mostraron efectos antibacterianos a corto (15 días) y medio plazo (hasta 48 días), en sistemas abiertos y cerrados. Es decir, la fórmula podría usarse para productos alimenticios en los que el paquete se abre y se cierra varias veces. Los resultados en fase piloto muestran el potencial de los envases activos de base biológica para aumentar la vida útil de los productos frescos como carne, frutas, verduras y pasta fresca.
Fuente e imagen: Residuos Profesional