- Se trata de Magna Coeli, que en 1990 creó una empresa textil “Rezafenda”, en Recife (Brasil), que se abastecía de la recolección de telas desechadas para confeccionar ropa nueva, accesorios e incluso joyas.
- Si bien comenzó a fabricar telas para el hogar, hoy la empresa fabrica ropa y produce telas naturales con base en algodón, seda y lino orgánicos.
- Asimismo, genera empleo a artesanos cualificados de encajes que habían perdido oportunidades con la irrupción de las nuevas tecnologías e incluso lleva a cabo tareas de formación a través de la organización de talleres para ayudar a los consumidores a reciclar la propia ropa y a alargar su vida útil.
- La economía circular debe imponerse en todos los sectores productivos para salvar el planeta. No en vano, cuando todavía faltan cinco meses para finalizar 2019, el pasado 29 de julio la humanidad ya había agotado su presupuesto anual de recursos naturales.
Cerceda, a 1 de agosto de 2019.- Antes de que la expresión “reciclaje” formase parte del lenguaje común, una emprendedora brasileña, Magna Coeli, creó en 1990 una empresa textil “Rezafenda”, en Recife (Brasil), que se abastecía de la recolección de telas desechadas para confeccionar ropa nueva, accesorios e incluso joyas.
Su padre era sastre y su madre costurera, por lo que su visión de la moda estaba ya arraigada en la infancia y de niña aprendió a coser ropa para sus muñecas.
Los trabajadores de su firma usan mosaicos hechos con restos de tela como materia prima para el diseño de nuevos artículos y, si bien comenzó a fabricar telas para el hogar, hoy la empresa fabrica ropa y produce telas naturales con base en algodón, seda y lino orgánicos.
Asimismo, genera empleo a artesanos cualificados de encajes que habían perdido oportunidades con la irrupción de las nuevas tecnologías e incluso lleva a cabo tareas de formación a través de la organización de talleres para ayudar a los consumidores a reciclar la propia ropa y a alargar su vida útil.
Para Coeli "la esencia del ‘reciclaje con valor agregado” es parte de su negocio, junto con la concepción circular de la moda, y considera que no es posible ser ambientalmente sostenible sin serlo también desde la dimensión social y financiera.
ECONOMÍA CIRCULAR: LA CLAVE
El impacto ambiental de la llamada moda rápida está reconocido y se están llevando a cabo múltiples esfuerzos para repensar esta industria desde una perspectiva circular.
Todas las industrias y sectores necesitan diseñar productos más resistentes y, en este sentido, ONU Medio Ambiente está trabajando para promover la durabilidad en el sistema de manufactura global al combatir la obsolescencia programada y alentar a los fabricantes a ofrecer servicios de mantenimiento y reparación.
La necesidad de hacer más con menos constituye el núcleo de los esfuerzos para garantizar la supervivencia de nuestro planeta ante el crecimiento de la población, el cambio climático y otros desafíos. Y para poner de relieve la necesidad de actuar con urgencia en estos temas interrelacionados, se celebrará la Cumbre sobre la Acción Climática de las Naciones Unidas, que tendrá lugar en Nueva York el 23 de septiembre de 2019.
Y es que, cuando todavía faltan cinco meses para finalizar 2019, el pasado 29 de julio la humanidad ya había agotado su presupuesto anual de recursos naturales. Nunca el Día de Sobrecapacidad de la Tierra se había alcanzado tan temprano en el año, circunstancia que evidencia el grave problema al que nos enfrentamos.
El Día de Sobrecapacidad de la Tierra es la fecha en que la demanda anual de recursos naturales sobrepasa lo que los ecosistemas del planeta pueden regenerar en ese año. Desde hace dos décadas, este umbral se ha adelantado tres meses, lo que significa que estamos agotando nuestro capital natural cada vez más rápido.
La fecha es calculada por la organización internacional de investigación Global Footprint Network, que utiliza una herramienta de huella ecológica.
Fuente e imagen: ONU Medio Ambiente
Saludos, Departamento de Comunicación